Hola, Irene:

Nos preguntamos si todo hubiera sido distinto si hace dos años nuestras calles hubieran sido a 30, si aún estarías entre nosotras.

Ya sabes que en Biziz Bizi y otras asociaciones tenemos hace tiempo un debate abierto sobre carriles bicis y calzada compartida. Ahora pienso que si en la calle Autonomía, una calle más, vertiginosa y usurpada por los vehículos, hubiera habido un carril bici bien diseñado, aún estarías entre nosotras. Así que, grandes penas como tu pérdida, no la de tu sonrisa que aún perdura entre nosotras, nos han hecho modificar la idea de ciudad hasta desear algo más que una ciudad laberinto de amplias calzadas y estrechas aceras. Ahora queremos una ciudad jardín, una ciudad parque, una ciudad paseo. La queremos muchas personas que ya hemos entendido que son demasiados los años que hemos vivido bajo la dictadura del vehículo.

El 2020 no ha sido un año redondo como pensábamos. Ha sido un año que recordaremos durante generaciones. Nos ha enseñado muchas cosas y algunas súper importantes que, tercamente, nos negamos a entender como, por ejemplo, la necesidad obcecada de poner los cuidados en el centro de nuestras vidas. Y así hemos vuelto a la escuela, la otra, no la de la vida, repitiendo los mismos patrones de antaño, solo que aderezados con hidrogel y máscaras y hablamos de la resiliencia de las pequeñas generaciones queriendo convencernos de algo que no nos creemos, que esto de las mascarillas y el confinamiento no va a pasarles factura.

Voy a darte una buena noticia, ¿recuerdas la moción que presentamos en el ayuntamiento en 2013 por las calles 30 y cómo celebramos su aprobación? Pues han tenido que pasar 7 años y una pandemia para que se haga medio realidad. Por fin han desaparecido los 50 de nuestras calles y, tal vez tengamos que esperar otros 7 años para que se respete la velocidad, pero parece que va cuajando. Eso sí, en la línea de este ayuntamiento, no ha habido campaña pedagógica, para variar, y las cochistas están que trinan: que si van muy despacio, que cómo les han podido hacer esto en medio de la pandemia… y no quieren darse cuenta de que en su origen está que nos estamos cargando el planeta, literal.

Nos han confinado el alma, sólo podemos trabajar y comprar, pero aún podemos pedalear por la ciudad y parar junto a la bicicleta blanca a ver tu sonrisa y recordar que si las ciudades estuvieran pensadas para las personas y no para los coches, tu sonrisa aún estaría entre nosotras… y nos hace falta, mucha falta.

Nos vemos el último jueves de mes en la masa crítica.

Asociación de Ciclismo Urbano de Bilbao BIZIZ BIZI